27 mayo 2007

Marcha nocturna para reflexionar sobre el urbanismo salvaje de Madrid y Alcorcón.

Con el fin de llamar a la reflexión en la noche anterior a las elecciones municipales de 2007, Ecologistas en Acción organizó la II marcha nocturna por la ruta de los arroyos que partió el sábado 26 de mayo de 2007 del metro Casa de Campo para recorrer una amplia zona campestre que corre el peligro de quedar urbanizada por la II Fase de la Operación Campamento y el Distrito Norte de Alcorcón.

La finalidad de la marcha no debió gustar a las autoridades políticas y la Junta Electoral decidió prohibirla para lo cual, enviaron a una dotación de antidisturbios a la salida de la marcha en Casa de Campo. De nuevo se puso de manifiesto la calidad de nuestra democracia que no permite la participación ciudadana más allá de depositar un voto cada cuatro años y que llega a prohibir hasta que un grupo de personas decida caminar por la noche por el campo.

Superados estos contratiempos, la marcha nocturna salió de Colonia Jardín y tras recorrer las vaguadas de los arroyos Meaques, Valchico, Butarque y Luche y atravesar por vías pecuarias los sitios naturales de Alcorcón Venta la Rubia y Las Presillas, se llegó sobre las 6 de la mañana al Pinar de San José en el PAU de Carabanchel.

De esta forma lúdica los ecologistas pretendieron llamar a la reflexión sobre la pérdida irreversible y los problemas ambientales que la urbanización de estas zonas provocaría, apostando por su protección, repoblación y rehabilitación como la memoria de la revisión de 1999 del Plan General de Ordenación Urbana de Alcorcón de 1987 proponía y que ahora se pretende revisar bajo la fórmula inadecuada de una supuesta subsanación de errores que no es tal, según puso de manifiesto Ecologistas en Acción en las últimas alegaciones que ha presentado al desarrollo del “Distrito Norte”.

29 marzo 2007

Ecologistas en Acción preguntó en el Pleno del Ayuntamiento de Alcorcón por el Distrito Norte

El miércoles 28 de marzo de 2007 Ecologistas en Acción del Suroeste de Madrid presentó en el pleno ordinario del Ayuntamiento de Alcorcón tres preguntas sobre la urbanización del Distrito Norte.

La primera pregunta versó sobre las razones que han llevado al Ayuntamiento a apartarse de la propuesta originaria presentada en el Plan General de Ordenación Urbana de 1999 de calificar como suelo no urbanizable protegido la mayor parte del ámbito denominado “Área Norte” de Alcorcón (delimitado por la M-511, la M-40, la N-V y la M-50), al proponer calificar este ámbito como suelo urbanizable programado a desarrollar en un Plan Parcial en la Rectificación para la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana de 1999 que se encuentra a la espera de su aprobación definitiva.

La segunda pregunta pretendía indagar en los acontecimientos que han llevado a la actual corporación municipal a reconsiderar su postura, tal y como señala la memoria de la Rectificación para la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana de 1999 (página 25), al haber pasado de dejar sin efecto en 2003 los acuerdos en relación con la subsanación de las deficiencias del Plan General de Ordenación Urbana de 1999 que se realizaron durante el gobierno municipal del PP entre junio de 1999 y mayo de 2003 (por medio de los cuales se calificaba buena parte del “Área Norte” como suelo urbanizable no programado a desarrollar mediante varios Planes de Sectorización), a promover una Rectificación para la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana de 1999 en la que se califica al “Área Norte” como suelo urbanizable programado a desarrollar en un Plan Parcial.

Finalmente la tercera pregunta pedía la valoración por parte del alcalde respecto de si consideraba que los propietarios del norte de Alcorcón organizados en la “Comisión Gestora Ciudad Norte” habían logrado conseguir imponer sus objetivos sobre las intenciones originarias del Ayuntamiento de Alcorcón, ya que dichos propietarios pusieron un recurso contencioso-administrativo frente al acuerdo municipal que en 2003 paralizaba la urbanización del norte de Alcorcón y sólo ahora que se va a volver a urbanizar se comprometieron a retirarlo.

La respuesta del alcalde se basó en negar que en 1999 el Ayuntamiento de Alcorcón propusiera calificar como suelo no urbanizable protegido buena parte del “Área Norte” y en negar que la actual corporación municipal haya reconsiderado su postura respecto a la urbanización del norte de Alcorcón, subrayando las diferencias entre los proyectos de urbanización del “Área Norte” desarrollados por el anterior gobierno municipal del PP y paralizados por el actual gobierno municipal del PSOE-IU y el actual proyecto de urbanización presentado como un desarrollo sostenible y necesario para dar respuesta a la demanda de vivienda.

Frente a esta respuesta, desde Ecologistas en Acción se insistió en la necesidad de dar una respuesta global a nivel regional y estatal al problema de acceso a la vivienda, ya que según los ecologistas este problema no es debido a la escasez de viviendas sino a que se contemplan estas como un negocio de inversión y no como un derecho. Para Ecologistas en Acción, apostar por un urbanismo sostenible pasa actualmente en España en primer lugar por dar uso a las viviendas vacías y reducir el número de viviendas secundarias y no en seguir incrementando la superficie de suelo artificial en detrimento de las hectáreas agrícolas y forestales. Por ello, aunque Ecologistas en Acción valora positivamente medidas como la promoción de la construcción de viviendas bioclimáticas realizada por el Ayuntamiento, no deja de mostrar su oposición a que se construya en el norte de Alcorcón, porque consideran que en ningún caso las zonas verdes que se respetarán podrán dar cabida a ecosistemas como los que actualmente existen. Desde Ecologistas en Acción creen que hay que hacer frente radicalmente a los intereses especulativos del sector inmobiliario y que no basta con obtener ciertas garantías sociales y ambientales.

Por ello los ecologistas afirman: “En el norte de Alcorcón, si bien es verdad que el actual proyecto de urbanización contempla una preocupación social (vivienda protegida) y ambiental (construcción bioclimática, zonas verdes,…) inexistente en los proyectos que en la anterior legislatura presentó el PP, los intereses especulativos del sector inmobiliario, representados por muchos propietarios del suelo, han conseguido materializarse al recalificarse dichos terrenos. Todo ello va en detrimento de la concepción de la vivienda como derecho y de la promoción de un desarrollo sostenible basado en el equilibrio territorial y no en la promoción de megaciudades frente a espacios despoblados que exigen una centralización de recursos y energía insostenible”.

16 marzo 2007

Recogida de firmas contra el Distrito Norte de Alcorcón

Mediante un acto reivindicativo en el que se desplegó una pancarta bajo el lema "Especulación = destrucción" frente a la oficina de propaganda sobre el Distrito Norte instalada por el Ayuntamiento de Alcorcón en la Plaza de las Fraguas de Alcorcón, Ecologistas en Acción del Suroeste de Madrid presentó públicamente el jueves 15 de marzo de 2007 una campaña de recogida de firmas y envío de e-mails al Ayuntamiento de Alcorcón con el fin de paralizar la urbanización del norte de Alcorcón, que supone un 40 % de la superficie del municipio.

Para Ecologistas en Acción la exposición instalada en la plaza de las Fraguas no era más que una operación de venta y propaganda a favor del Distrito Norte, pues no informaba con imparcialidad. Los ecologistas señalaron que llamar "espacio vacío" al norte de Alcorcón, como se hacía en la exposición, es una falsedad basada en la idea de considerar sólo útil el suelo urbanizado. Además, los ecologistas consideraban que "lejos de que la urbanización del norte de Alcorcón elimine las barreras creadas por las infraestructuras de transporte, como se defiende en la exposición, las mantendrá creando una ciudad aislada del núcleo urbano de Alcorcón".

Ecologistas en Acción defendió que la calidad de vida de una ciudad no se mide por el grado de saturación de viviendas y de grandes infraestructuras y rechazó la pretensión por parte del Ayuntamiento de Alcorcón de urbanizar todos los espacios libres de hormigón que quedan en el municipio. Los ecologistas recordaron el informe sobre cambios en la ocupación del suelo publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad en España (Junio 2006) en el que se denunció el modelo de construcción en España (y especialmente en la Comunidad de Madrid) caracterizado por su insostenibilidad e irresponsabilidad, al incrementar el suelo artificial en detrimento de las hectáreas agrícolas y forestales, y al requerir un mayor consumo de recursos naturales, como el agua, generando más emisiones de gases de efecto invernadero.

A juicio de Ecologistas en Acción, el desarrollo urbano del norte de Alcorcón contribuirá a incrementar este modelo insostenible ya que duplicaría el suelo urbanizado del municipio, supondría un incremento de la población por encima del previsto y afectaría a las zonas de mayor valor medio ambiental del municipio. Asimismo consideran dicho modelo al servicio del sector inmobiliario, al confiar en los propietarios la ejecución de las obras, al fomentar la creación de nuevas viviendas sin antes dar uso a las vacías, y al suponer la construcción de 12.000 nuevas viviendas libres.

Por todo ello, Ecologistas en Acción del Suroeste de Madrid lanzó una campaña de recogida de firmas para paralizar la urbanización del norte de Alcorcón y proteger sus valores naturales y para solicitar la realización de una consulta popular que sobre la base de la participación ciudadana y no de los deseos de los particulares rediseñe el futuro de la ciudad. Al mismo tiempo, Ecologistas en Acción desde el lunes 19 de marzo de 2007 propuso la realización de una ciberacción de presión al Ayuntamiento de Alcorcón para que no haya ni un m2 más de cemento en Alcorcón:
(http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article7510).

02 febrero 2007

Alegaciones al desarrollo urbanístico del Distrito Norte de Alcorcón


Ecologistas en Acción del Suroeste de Madrid, como impulsor de la plataforma “Stop Área Norte”, presentó alegaciones ante la Rectificación para la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alcorcón de 1999 aprobada en el pleno del Ayuntamiento el 21 de diciembre de 2006, ya que esta no respetaba la propuesta originaria del PGOU de calificar los suelos del norte de Alcorcón (situados entre la M-501 y el Ventrorro el Cano) como No Urbanizables Protegidos al reclasificarlos como Suelo Urbanizable Programado a desarrollar en un Plan Parcial. Este plan afecta a un 40 % de la superficie del municipio, contando con 24.000 viviendas y aumentando la población hasta unos 250.000 habitantes, suponiendo la destrucción y parcelación de las áreas de mayor interés natural de Alcorcón, sin dar solución al problema de acceso a la vivienda. Por ello, Ecologistas en Acción consideraba que la única justificación de esta operación urbanística obedece al cumplimiento de convenios urbanísticos basados en los intereses privados de los propietarios del suelo y del Club Atlético de Madrid. Por ello desde Ecologistas en Acción se solicitaba que se retire la presente Rectificación del PGOU y se apruebe otra que justifique la calificación como Suelo No Urbanizable del norte de Alcorcón.

El documento que el Ayuntamiento de Alcorcón presentó a información pública pretendía rectificar el PGOU de Alcorcón de 1999 con el fin de conseguir su aprobación definitiva (suspendida por la Comunidad de Madrid) en todos los ámbitos del municipio. Sin embargo injustificablemente para ello se recurría, como hizo el gobierno municipal del PP en la anterior legislatura, a la recalificación del norte de Alcorcón como suelo urbanizable. Todo ello a pesar de que, como la Fiscalía de Medio Ambiente, Consumo y Urbanismo de la Comunidad de Madrid expresó en la querella presentada al Juzgado Decano de Alcorcón el 20 de Junio de 2003 respecto a los anteriores intentos de rectificación del PGOU de Alcorcón de 1999, “con relación al suelo no urbanizable del Ensanche Norte, la Comunidad respetaba obviamente esa calificación exigiendo únicamente una justificación detallada”.

Para los ecologistas no existía ninguna justificación medioambiental ni social que respaldara la rectificación pues a pesar de que en ella se hablaba de “desarrollo sostenible” y “ecobarrios” duplicar el suelo urbanizable de Alcorcón dejando al municipio sin suelo urbanizado (opción de difícil reversibilidad), prever un incremento de la población -hasta 250.000 habitantes- por encima de la tasa de crecimiento prevista, o modificar de forma sustancial gran parte de las unidades de mayor valor medio ambiental existentes en el municipio (como recogía el Estudio para la Integración Medioambiental del Ámbito incorporado en la Rectificación) son actuaciones lejanas a una verdadera apuesta por la sostenibilidad ambiental. De hecho, si se urbanizara el norte de Alcorcón se acabaría con los últimos campos de cultivo de cereales, hortalizas y viñas existentes en Alcorcón (esenciales para la conservación de la fauna, especialmente de aves, al aportar refugio y alimentación), así como con el retamar situado al sur de Venta la Rubia (siendo los matorrales termomediterráneos y pre-estépicos unos tipos de hábitat natural de interés comunitario recogidos por la Directiva comunitaria 92/43/CEE en su Anexo I) y con las únicas manchas de encinar presentes en Alcorcón (eliminando una parte de las mismas bajo viales y parcelando el resto). Por otra parte, no se realizaba ningún estudio contextualizado con el resto de nuevos desarrollos urbanos de la región de Madrid respecto al aumento de la demanda de agua que supondría la urbanización del norte de Alcorcón. Igualmente no había estudio de contexto respecto al vertido de aguas, concentradas todas en la nueva depuradora de La Reguera (Móstoles). En este ámbito cabe señalar el informe desfavorable por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo en relación al desarrollo urbano de Retamar de la Huerta situado junto a Campodón.

Para los ecologistas, tampoco era justificable este crecimiento urbanístico desde una perspectiva social que atienda al interés general de la ciudadanía. Pues señalaban que no era cierto que el desarrollo urbano del norte de Alcorcón pretenda paliar el problema de la vivienda; si fuese así la totalidad de la vivienda sería protegida. Sin embargo, las expectativas en la iniciativa privada que crean desarrollos urbanos como el propuesto, alimentan el precio del suelo y de la vivienda, tanto dentro de la propia operación urbanística, como en los barrios aledaños. Igualmente la elección del sistema de compensación como sistema de actuación es en sí mismo un tratado de intenciones, pues dicho sistema privado formado por una Junta de Compensación en la que se integran los propietarios del suelo es una garantía de retrasos e irregularidades en la ejecución urbanística sin que ni la Junta ni las administraciones asuman responsabilidad alguna. Si de verdad se quiere realizar una política de vivienda con carácter social, hay que olvidarse del sistema de compensación y debe ser la administración quien ejecute el proceso de transformación y desarrollo del ámbito. Teniendo en cuenta que el problema no es la falta de viviendas (en Alcorcón había censadas unas 7.000 viviendas vacías según el Instituto Nacional de Estadística) sino su desorbitado coste o alquiler, la única solución al problema pasa por la regulación pública del mercado inmobiliario. El objetivo no debe ser paliar las consecuencias de la especulación promoviendo viviendas para aquella parte de la “demanda insolvente”, sino garantizar el derecho a la vivienda y eso supone abrir una guerra sin cuartel a la especulación y no contribuir a ella a través de convenios y protocolos que llevan a comportarse a las administraciones públicas como si se tratara de promotores privados.

Esta falta de justificación medioambiental y social se encontraba relacionada con la falta de participación democrática real de los vecinos en la elaboración del proyecto. Antes al contrario la Rectificación del PGOU era fruto de la iniciativa privada. Los ciudadanos de Alcorcón, los más afectados por la actuación al incidir sobre el desarrollo del municipio que habitan, no contaban con capacidad alguna de decidir sobre la rectificación del PGOU de 1999, viendo limitado su papel a la simple posibilidad de manifestar su opinión durante un mes, plazo del periodo de información pública. Dada la importancia y relevancia para el futuro de Alcorcón de este proyecto urbanístico, al desarrollarse sobre un 40 % de la superficie del municipio, Ecologistas en Acción defendía que dicho proyecto fuera sometido a la aprobación de los vecinos mediante consulta popular.

Por todo lo expuesto, cabe concluir que la única justificación a la presente rectificacióncumplimiento del Protocolo de intenciones de 20 de enero de 2006 para el desarrollo urbanístico del ámbito “Alcorcón Área Norte”, así como al cumplimiento del Convenio urbanístico de planeamiento para el ámbito denominado “Área Norte” de Alcorcón de 2 de diciembre de 2005. Estos documentos se basan en los intereses especulativos privados de los propietarios del suelo y del Club Atlético de Madrid, al conseguir de las administraciones públicas firmantes de los mismos (Ayuntamiento y Comunidad de Madrid) la recalificación del suelo y otras ventajas urbanísticas, soslayando el contenido del PGOU propuesto por el Ayuntamiento en 1999. del PGOU obedece al

La “demanda de mercado” citada en el Protocolo de intenciones de 20 de enero de 2006 acababa primando sobre los criterios de “calidad urbanística y ambiental”. Sin embargo, desde Ecologistas en Acción se valora que la conservación del medio ambiente y la solución real y a largo plazo del problema de acceso a la vivienda debe primar sobre los intereses monetarios por lo que solicitaban la retirada de esta rectificación del PGOU de 1999 y la aprobación de una subsanación del mismo que justificara el carácter de suelo no urbanizable del norte de Alcorcón, protegiendo mediante la Ley 16/1995 Forestal y de Protección de la Naturaleza de la Comunidad de Madrid los retamares, pinares y manchas de encinar presentes en el norte de Alcorcón.