En la noche del sábado 10 y madrugada del domingo 11 de junio de 2006 medio centenar de personas acudieron a la marcha nocturna por vías pecuarias, caminos tradicionales y plataformas de trenes abandonadas del suroeste de Madrid, norte de Alcorcón y Leganés convocadas por la Plataforma “Stop Área Norte”, ecologistas en Acción y la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto. Con esta marcha se dieron a conocer los valores naturales y paisajísticos que encierran estos terrenos que pretenden ser urbanizados.
La Plataforma “Stop Área Norte”, integrada por la Asociación Ciudadana de Alcorcón Castilla Comunera, las asambleas de los Centros Sociales Okupados El Desguaze y Eskuela Taller y Ecologistas en Acción del Suroeste de Madrid, inició la marcha desde el aparcamiento de la estación de Renfe de San José de Valderas en torno a las nueve de la tarde, para posteriormente unirse a los que salieron desde el metro de Casa de Campo. Tras pasar por los parajes de Alcorcón Venta la Rubia y Parque de las Presillas a través de vías pecuarias como la Cañada Real o la Vereda de Castilla y del antiguo trazado del ferrocarril militar que unía Cuatro Vientos con Leganés, los participantes llegaron sobre las cinco de la mañana al Pinar del Rey en Carabanchel Alto. Quienes no se fueron a dormir disfrutaron de una chocolatada con churros antes de dar por finalizada la movilización.
Bajo el lema “conocer para proteger”, a lo largo de la marcha se puso de relieve los valores naturales y paisajísticos aún existentes en estas zonas muy urbanizadas. A la vez los colectivos convocantes avisaron a las administraciones que no están dispuestos a renunciar a dichos valores ante los futuros desarrollos urbanísticos que se idean para estas zonas: Operación Campamento y Alcorcón Área Norte.
En particular, la finca histórica de Venta la Rubia y zonas colindantes alcanza, según el estudio realizado por el Grupo Espliego de la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono, una biodiversidad botánica de 235 taxones, destacando en la misma más de 50 hectáreas de retamar de retama común (Retama sphaerocarpa), un interesante endemismo ibéro-mauritano. Numerosas especies animales encuentran en dicho retamar un hábitat idóneo para desarrollar su ciclo biológico. Así, algunas especies como la perdiz roja instalan sus nidos junto a las retamas, buscando su protección, y numerosos paseriformes visitan el retamar durante la invernada. Debido a este gran valor biogeográfico y ecológico, los retamares están catalogados por la Directiva comunitaria 92/43/CEE en su anexo I como un tipo de hábitat natural de interés comunitario para cuya conservación es preciso designar zonas especiales de conservación. Más allá del retamar, cabe destacar el pinar de Pinus pinea, que fue plantado hace décadas junto a la zona habitada de la finca, y muy especialmente los pequeños enclaves de valioso encinar, junto a la finca, vestigios del antiguo encinar carpetano que se extendía por el norte de Alcorcón. Igualmente junto al arroyo de Butarque o de la Fuente del Sapo, que nace en este paraje, encontramos restos de las fresnedas que cubrirían la zona.
Por todo ello recalificar como suelo urbanizable sectorizado todo el norte de Alcorcón, como recoge el convenio urbanístico aprobado inicialmente el 13 de diciembre de 2005 por el pleno del Ayuntamiento de Alcorcón, supone dilapidar el mayor patrimonio natural y paisajístico que conserva el municipio.
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