Por ello esta medida no puede ser más que ilícita ya que los valores forestales (pinares, encinares,…) y los arroyos que motivaron dicha protección siguen existiendo en la actualidad. La inexistencia de razones que justifiquen la desclasificación del suelo no urbanizable de protección, como es el caso del Distrito Norte de Alcorcón, ha llevado al Tribunal Supremo a impedir la recalificación de los terrenos incluidos en la Operación Campamento. Además, lo que se presenta como una rectificación es en realidad una revisión del PGOU de 1999, ya que este no preveía la urbanización del norte de Alcorcón.
El pretendido Distrito Norte es la mayor agresión medioambiental, social y democrática que se ha producido en los últimos años en Alcorcón. Nadie en su sano juicio puede defender como sostenible la urbanización de todo un municipio, pues una zona no urbanizada presenta una riqueza natural que no pueden tener unas zonas verdes rodeadas de edificios. Las liebres y perdices que pueblan el norte de Alcorcón desaparecerán en las nuevas zonas verdes previstas en el Distrito Norte. Pero es más, el actual contexto español en el que existen más pisos vacíos (muchos de ellos nuevos) que demandantes de viviendas vuelve insostenible cualquier proyecto que pretenda urbanizar nuevas zonas.
Por otra parte, la aprobación de la urbanización del Distrito Norte supone un balón de oxígeno a la especulación ejercida por los propietarios particulares de la zona, mayoritariamente empresas constructoras, además del Club Atlético de Madrid, que podrá construir su nueva Ciudad Deportiva sin grandes costes por el suelo barato que ocupará. Cualquier proyecto de nueva construcción, más en el actual contexto de crisis, supone una salida en favor de unas elites particulares que buscan rentabilizar las dificultades de acceso a la vivienda de la mayoría de la población. Lo que es auténticamente necesario es dar uso a las viviendas vacías mediante un parque de viviendas públicas en alquiler.
Por último, es lamentable que decisiones que lapidarán al municipio bajo cemento y hormigón se tomen en pleno verano, buscando el desconocimiento público. Este hecho y el haber sido refrendada la urbanización del Distrito Norte de forma monolítica por todos los partidos políticos representados en el Ayuntamiento, no hace sino confirmar la crisis democrática que genera la especulación urbanística, pues se acallan las posiciones contrarias al desarrollo especulativo y se urbaniza de acuerdo a los intereses de los ricos, en este caso a través de convenios urbanísticos. Además, el nuevo Distrito Norte, promovido por el actual gobierno socialista de Alcorcón con el apoyo del gobierno popular de la Comunidad de Madrid, recalifica los mismos terrenos que el proyectado Ensanche Norte del anterior gobierno municipal del PP. Entonces se logró parar su recalificación en medio de una batalla contra la especulación que se saldó con la crisis de la Asamblea de Madrid de 2003 que supuso la victoria de los intereses especulativos y que ahora es más necesario que nunca derrotar.
Para ello desde Ecologistas en Acción, que espera que el Ayuntamiento envíe en breve la respuesta a las alegaciones que presentó contra el desarrollo del Distrito Norte, se realizarán todas las acciones posibles que permitan detener o minimizar los impactos negativos de esta locura urbanística que, a pesar de la crisis, vive España.
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